Mañanicas floridas
del frío invierno
recordad a mi niño
que duerme al hilo.
Lope de Vega
Vistió la noche, copo a copo,
pluma a pluma,
lo que fue llama y oro,
cota de malla del guerrero otoño
y ahora es reino de la blancura.
¿Qué hago yo, profanando, pisando
tan fragilísimo plumaje?
Y arranco con mis manos
un puñado, un pichón de nieve,
y con amor, y con delicadeza y con ternura
lo acaricio, lo acuno, lo protejo.
Para que no llore de frío.
pluma a pluma,
lo que fue llama y oro,
cota de malla del guerrero otoño
y ahora es reino de la blancura.
¿Qué hago yo, profanando, pisando
tan fragilísimo plumaje?
Y arranco con mis manos
un puñado, un pichón de nieve,
y con amor, y con delicadeza y con ternura
lo acaricio, lo acuno, lo protejo.
Para que no llore de frío.
José Hierro
Villancico en Central Park. De “Cuaderno de Nueva York” 1998.
Villancico en Central Park. De “Cuaderno de Nueva York” 1998.
Me gustaría que nevara.
ResponderEliminarSin parar.
Veinte años nevando.
Cien metros de nieve.
Y la paz.
Besos.
Madre santa, Toro, congeladitos del todo, ¿no te parece demasiado?, ni aquí nieva tanto...y mira que nieva...
EliminarQue tengas un buen día, Toro, en paz.
Besos.
Feliz 2105. Besos.
ResponderEliminarUn saludo desde Andalucía, que disfrutes.
Gracias por compartir estos bellos poemas en tu blog, Un abrazo.
¡Feliz para ti también! Andalucía me encanta.
EliminarGracias a ti por los tuyos, que son muy tiernos; siempre te lo digo, los siento así.
Un beso.