"...Y allí arriba, en la soledad de la cumbre, entre los enhiestos y duros peñascos, un silencio divino, un silencio recreador..." (Miguel de Unamuno)


lunes, 27 de abril de 2015

El combate por la luz

 
 
 
 
 
De tanto ver la luz hemos perdido
la recta proporción de ese milagro,
que otorga a la materia su volumen,
contorno fiel al mundo que queremos
y límite a los puntos cardinales.
 
A fuerza de costumbre, hemos dado en creer
que es un merecimiento, cada día,
que el día se levante en claridad
y que se ofrezca límpido a los ojos,
para que la mirada le entregue un orden propio,
distinto a los demás, y lo convierta
en nuestra inadvertida obra de arte.
 
Hay una ingratitud consustancial
al hecho de estar vivos, un intrínseco
poder de desmemoria, y nos impiden
brindar a cada instante el homenaje
que cada instante de verdad merece,
por su absoluta magia de estar siendo,
en vez de no haber sido en absoluto.
 
Con cada amanecer dubitativo,
con cada tumultuoso amanecer,
la luz arrasa el reino de la noche
y emprende su combate. En el confuso
magma de oscuridad, con cada aurora
triunfa la exactitud de cuanto existe
sobre la vocación de incertidumbre
que tienta con su nada a lo real.
 
En toda madrugada se renueva
un conjuro de origen, esa fórmula
que impuso el movimiento al primer día.
Somos testigos, en el alba pura,
del trono en que la luz alza su reino
y lo concede intacto a cualquier súbdito.
 
Conviene contemplar la luz con más paciencia,
brindarle una atención encandilada,
el sumiso homenaje con que un bárbaro
descubre reverente en su aventura
la tierra que jamás ha visto nadie.
 
 
Carlos Marzal, Metales pesados
 
 
 
 

viernes, 24 de abril de 2015

Mucho antes...

 
 
Riachuelo. Valle de Arbas
 
 
 
Antes, mucho antes de entrar a una cristalería
Entré a la palabra cristal
Y salí de ella con una mirada transparente.
 
Juan Manuel Roca
 
 
 
 
 
 

viernes, 17 de abril de 2015

Sin título

 
 


 
 
El sonido del agua
dice lo que pienso.

Un poema de Chuang Tzu (China, s. IV a. C.)
 
 
 
Imagen: fuente en Fontún de la Tercia
 
Fontún se deriva de la voz latina ´Fons´y su genitivo ´Fontis´. Es, por tanto, un terreno de fuentes, y resulta una de las primeras citas de Arbolio en la diplomática asturiana:


"In foris montis, in Arvolia, busto quod dicitur Funtun".
(Al otro lado de los montes, en Arbolio, en el terreno quemado que se llama Fontún).

(Rey Alfonso III, año 891, Archivo de la Catedral de Oviedo)


 
 

martes, 14 de abril de 2015

No te rindas

 
 
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo...
 
 
 
Caballos. Casares de Arbas
 

 
 
Para esos amigos del alma que me han enseñado que nunca se rinden, aun en sus días más duros, que me han regalado momentos irrepetibles, maravillosos, a su lado. Aquellos que comparten lo mejor de sí con una generosidad que nunca puedo olvidar, que caló profundamente. Han sido y son un verdadero regalo para mi vida. Eso es la amistad, uno de los dones más hermosos de Dios. Aun en la distancia, siempre permanecen muy dentro, en ese lugar donde guardamos lo más puro de nuestra vida, en el corazón. Gracias, siempre:
 
 
No te rindas, aun estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
 
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.
 
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero.
 
Porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.
 
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,
 
No te rindas por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque cada día es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estas sola,
porque yo te quiero.
 
 
Mario Benedetti
 
 
Para José Antonio, con inmenso cariño.
Donde te encuentres, sé que nunca te rendirás...
 
 
 
 
 

viernes, 10 de abril de 2015

Amigos para siempre




Hermoso árbol en san Martín de la Tercia. Villamanín. León



“- (…) Busco amigos. Pero, ¿qué significa “domesticar”? 
- Es algo que está muy olvidado- dijo el zorro-. Significa “crear lazos”.
- ¿Crear lazos?
- Seguro –dijo el zorro. Tú no eres para mí más que un niño parecido a cien mil niños y no te necesito. No te necesito. Yo no soy para ti más que uno entre cien mil zorros. Ahora bien, si tú me domesticaras, nos necesitaríamos el uno al otro. Tú serías para mí el único en el mundo, como yo lo sería para ti…
- Empiezo a comprender- dijo el principito- Hay una flor…; y me parece que me ha domesticado…
(…)
 
“El Principito” fue el resultado que dio Antoine de Saint-Exupéry, el autor, cuando le encargaron escribir un cuento de Navidad. Quizá por ello es un cuento que trata de transmitir los valores humanos más importantes: el amor y la amistad. También podemos encontrar una parte muy espiritual cuando trata el tema de la muerte. 

El capítulo del zorro, recoge muy bien ambos valores. El zorro le pide al Principito que le domestique, que significa “crear lazos”, y resume en ese párrafo -a través del discurso del zorro- cómo cuando se crea una relación íntima con alguien, esta persona pasa a ser para nosotros, distinta a las demás, especial, inconfundible, a modo recíproco… alcanzando su máximo grado de exclusividad cuando este “lazo” significa amar. Cuando dos personas se aman (amor a una pareja, a un hijo, madre, padre o amigo), crean una relación de dependencia mutua, donde “ambos se necesitan el uno al otro”.

- Mi vida es monótona- dijo el zorro. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen entre sí. Por lo tanto, me aburro un poco. Pero si tú me domesticaras, mi vida sería radiante. Conocería un ruido de pasos diferente a todos los otros. Los otros pasos me hacen esconderme bajo tierra. Los tuyos, en cambio, me harían salir de mi madriguera; sería como una música. Y además, ¿ves esos campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil, los campos de trigo no me dicen nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes los cabellos de color de oro. Y si me domesticaras, ¡sería maravilloso! Los campos de trigo me recordarían tus cabellos de oro, y amaría el rumor del viento entre las espigas…
(…)
- Sólo se conocen bien aquellas cosas que se domestican- dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada. (…). Si quieres tener un amigo, ¡domestícame!
- ¿Y qué hay que hacer?- dijo el principito.
- Hace falta ser muy paciente- respondió el zorro (…)
(…)
Mas cuando llegó el día de la separación, el zorro dijo:
- ¡Ah! ¡Lloraré!
- Si lloras será por tu culpa- dijo el principito-. Yo no quise hacerte ningún mal; pero tú insististe en que te domesticara.
- Es cierto- dijo el zorro
- ¡Pero tú vas a llorar!- dijo el principito.
- Así es- respondió el zorro.
- Entonces, no has ganado nada.
- Sí, he ganado- dijo el zorro- a causa del color del trigo.
 
  

 
¡Feliz fin de semana!!! 
 
 
 
 
 

lunes, 6 de abril de 2015

Canto de pájaros

 
 
Un azul dirigido
llena el mundo...
Recibo
en mi ser cuanto existe...
 
 Pablo Neruda. Oda a la claridad
 
 
Puerto de Piedrafita. Hito (Vertice geodésico)
 
 
 
¡Qué verde trino!
A canto de pájaros
huele el camino.
 
Antonio Granados
 
 
 
 
 
 

domingo, 5 de abril de 2015

En Pascua

 
 
 
Macizo de las tres Marías. Valle de Villamanín
 

Todo ha cambiado
totalmente cambiado
una terrible belleza ha nacido.
   
Yeats (Pascua)
 
 
 
Petirrojo. Imagen M. Sánchez/P. Lozano
 
 
Quien toma el sol en Navidad, fuego de Pascua buscará, dice un refrán...
 
 
¡Feliz Pascua de Resurrección!