"...Y allí arriba, en la soledad de la cumbre, entre los enhiestos y duros peñascos, un silencio divino, un silencio recreador..." (Miguel de Unamuno)


domingo, 23 de diciembre de 2018

¡Feliz Navidad!







"La Navidad es el día que une todos los tiempos".

 (Alexander Smith)


¡Feliz Navidad!!!








sábado, 1 de diciembre de 2018

Nadie





NADIE ha descrito
mejor que aquellos juncos
lo que es el aire.

Antonio Moreno



Beethoven: Concierto nº 5 para Piano y Orquesta 2º Mto





sábado, 3 de noviembre de 2018

Copo de nieve








"La maravilla de un solo copo de nieve supera la sabiduría de un millón de meteorologistas".
 
 Sir Francis Bacon 




Ha llegado la nieve...






lunes, 24 de septiembre de 2018

El agua que está en la alberca






El agua que está en la alberca
y el verde chopo son novios
y se miran todo el día
el uno al otro. 
En las tardes otoñales,
cuando hace viento, se enfadan: 
el agua mueve sus ondas,
el chopo sus ramas; 
las inquietudes del árbol 
en la alberca se confunden 
con inquietudes de agua. 
Ahora que es la primavera, 
vuelve el cariño; se pasan
toda la tarde besándose
silenciosamente. Pero
un pajarillo que baja
desde el chopo a beber agua, 
turba la serenidad
del beso con temblor vago. 
Y el alma del chopo tiembla
dentro del alma del agua.

Pedro Salinas, Presagios



sábado, 8 de septiembre de 2018

Minotauro





El caracol saca sus cuernos,
y lleva en su caparazón un laberinto.
Es un Minotauro pequeñito,
alejandrino.

José Jiménez Lozano




lunes, 30 de julio de 2018

Crepúsculo




Villamanín al atardecer


Ah, este camino
que nadie recorre,
salvo el crepúsculo.

Matsuo Bashō




sábado, 14 de julio de 2018

Viento de amor






Por la cima del árbol iré
y te buscaré.

Por la cima del árbol he de ir,
por la cima del árbol has de venir,
por la cima del árbol verde
donde nada y todo se pierde.

Por la cima del árbol iré
y te encontraré.

En la cima del árbol se va
a la ventura que aún no está,
en la cima del árbol se viene
de la dicha que ya se tiene.

Por la cima del árbol iré
y te cogeré.

El viento la cambia de color
como el afán cambia el amor,
y a la luz de viento y afán
hojas y amor vienen y van.

Por la cima del árbol iré
y te perderé.

Juan Ramón Jiménez




lunes, 25 de junio de 2018

Génesis




Riaño. Ignacio Munillo Casado.
Primer premio, categoría paisajes, "Fine Art Photography Awards"



Cuando acabaste de leer el Génesis, dijiste:
¿Pero si yo recuerdo haber asistido a esta hermosura?
¿Dónde? ¿Dónde? Y años tardaste, pero
un día viste un pañizuelo blanco
para poner encima una candela,
y se hizo la luz entonces.
¡Pues, claro!, cuando mamá añilaba.
Mas ¿pasó el Creador añil al mundo?, te preguntas.
A veces no es buen añil, no resplandece, decía madre,
mas el Génesis asegura lo contrario; que era bueno.
Y, a veces, reluce el mundo, ciertamente.

José Jiménez Lozano




domingo, 3 de junio de 2018

Mes de las rosas








"Acércate, acércate, acércate -¡ah, déjame sí
un pequeño espacio para que lo llene el aliento de la rosa!".

William Buttler Yeats











viernes, 27 de abril de 2018

domingo, 8 de abril de 2018

Primavera





La primavera ha vuelto una vez más. La tierra
se parece a una niña que sabe poesías.

Rainer María Rilke



miércoles, 28 de marzo de 2018

Eternízame...




Alexey Kljatov . Copo de nieve



Eternízame un poco:
toma algo de nieve y escúlpeme en ella,
con la palma desnuda y caliente de tu mano
púleme hasta que brille.

Vera Pavlova



 

Despidiendo la nieve...


Cansado de todos los que llegan con palabras, palabras,
pero no lenguaje,
Parto hacia la isla cubierta de nieve.
Lo salvaje no tiene palabras.
¡Las páginas no escritas se ensanchan en todas direcciones!
Me encuentro con huellas de pezuñas de corzo en la nieve.
Lenguaje, pero no palabras.

Tomas Tranströmer




miércoles, 21 de marzo de 2018

Día de nieve






Moja la leve hierba
la luna hecha pedazos
y es la luz del entonces la que duele en las manos.
Es un azúcar húmedo, es niebla por los suelos,
es un esmoquin blanco hecho de espuma,
es lejana agua blanda,
la amortecida piel de Isabel Freyre,
es un mar detenido,
una desnuda diosa, arena pura
que tirita, aterida,
y es la promesa antigua que las horas consumen.
Eres tú,
que devuelves el tiempo a la aurora más tierna
y que haces florecer de repente el almendro
o conviertes el prado en tobogán.
Eres tú, nata fresca
o labios de cristal,
silencio
              desplomado
                                   poco a copo,

noche encendida, humilde y fugitivo
mármol, sábana súbita y crujiente,
momentáneo papel en que los pies se inscriben,
cuaderno el primer día de colegio
y virgen temerosa de su propia hermosura,
o algodón melancólico o nube de la tierra
o también el cadáver de la luz
o quizá piel del frío
o nostalgia radiante
o todas o ninguna de todas esas cosas.

Pero a ti, nieve nueva, nada quiero decirte.
Es a ti, nieve humilde,
a ti, nieve del día
después, nieve grisácea,
nieve sin nieve, rota, nieve por los rincones,
a quien solo le queda el orgullo fugaz
del padre pobre de una hermosa hija,
a ti, nieve en minúscula,
relegada a las tapias altas, sucias, umbrías,
a ti, nieve de barro, modesta nieve, quiero
darte ahora las gracias, nieve impura,
nieve que nos regalas certidumbre.
Gracias a ti sabemos que no fue ayer un sueño.
Gracias a ti sabemos
que, a veces,
sí que ocurren
los
milagros.

Rodrigo Olay


¡Feliz primavera!



sábado, 17 de marzo de 2018

Que no me digan...






Que no me digan a mí 
que el canto de la cigüeña
no es bueno para dormir. 

Si la cigüeñita canta
arriba en el campanario
que no me digan a mí
que no es del cielo su canto.

 Rafael Alberti




El canto de las aves




Escrito con letras cogidas del aire

Grajo: palabrota con alas. Ramón Gómez de la Serna, Greguerías 

Con toda probabilidad, lakalaka es la primera alusión al paisaje sonoro de la historia. El término aparece escrito en una tablilla de barro de época sumeria, con cuatro mil años de antigüedad, y se refiere a un ave grande que habitaba en edificios urbanos. La lakalaka es la cigüeña y el nombre es una onomatopeya, la transcripción del sonido del crotorar, el castañeteo que hacen estas aves con el pico en la ceremonia de salutación del nido. Desde entonces el sonido está muy presente en los nombres vernáculos de las aves. Un texto con la relación de las especies que cantan, silban y gorjean en un lugar es como un dictado, una transcripción de la componente sonora del paisaje. El concierto natural está escrito en el aire.

Por ejemplo. En casi cualquier arboleda, al amanecer de primavera, los primeros compases suelen venir de la totovía, un pájaro que en las dos últimas sílabas lleva escritas las notas finales de su secuencia de canto. También con las primeras luces los cucos pronuncian su nombre desde todas las esquinas del bosque, mientras las palomas zuritas zurean, las tórtolas emiten su arrullo -tur tur- y los zorzales charlos dejan oír su reclamo, un chirrido líquido. Los pinzones lanzan sus silbidos -pin pin- fuertes y agudos. Y una multitud de páridos ocupa con sus voces el fondo sonoro del bosque: los términos chichipán, chapín, machachín, cuchinchín y pichichí, entre otros muchos vernáculos diseminados por toda España, pronunciados con el ritmo y la entonación adecuadas, son transcripción casi perfecta del canto de los carboneros comunes. Al tiempo, la llamada bi y trisilábica de las abubillas -bu bu bu-, en frases rápidas y repetidas hasta el aburrimiento, colorean el más literario de los paisajes. Bisbisean los bisbitas, ganguean las gangas. Las bandadas de sisones vuelan envueltas en el siseo agudo que emiten las puntas de las alas al batir. El críalo, pariente cercano del cuco, grita y parece mandar un recado -“críalo, críalo”- a las aves parasitadas encargadas de sacar adelante a sus pollos.

Pero si hay un grupo que lleve la voz escrita en el nombre es el de los córvidos. Pronúnciense las palabras cuervo, graja, corneja, arrendajo, urraca y chova haciendo rodar las erres, arrastrando las jotas desde lo más alto del paladar, y se tendrá un desgarrado catálogo de los graznidos, quejidos, crujidos y crocitares de estas aves. Al caer la tarde se produce el cambio de guardia, y el concierto cambia también de tonalidad. Grillan los grillos y de las espesuras salen unos silbidos agudos encadenados con un breve ronquido: reclama la silbarronca, el otro nombre del ruiseñor. La pagañera, que es como también se conoce al chotacabras pardo, deja oír su matraqueo repetitivo –pagá, pagá- mientras vuela en círculos sobre los claros del bosque. Silban los gatillos de monte, los autillos –aut aut- y maúllan los bien llamados gatomochuelos.

Pasará el verano y llegarán los fríos del otoño. Y con ellos las grullas gruirán, ganguearán los gansos y silbarán los ánades silbones. Reirán las gaviotas reidoras, mugirán los avetoros, trinarán los zarapitos trinadores y los archibebes –chí vi ví, o tiu bo bó, según se oiga-. Hasta que cualquier noche, allá por diciembre, en lo más oscuro del año, una nota larga y profunda se escuche, como suspendida entre dos paredones rocoso: los búhos reales lanzan la primera sílaba de su nombre.

Carlos de Hita





Cada ave tiene su voz y su caligrafía



viernes, 23 de febrero de 2018

La nieve






La nieve es agua que sabe rezar.

Jesús Montiel





* El puerto de las Señales es un paso de montaña de la provincia de León.
Su inicio se localiza en la localidad de Cofiñal, para descender después hasta el puerto de Tarna, en la divisoria entre León y Asturias.

Las Señales es uno de los puertos de montaña más elevados de la cordillera Cantábrica, discurre junto al espacio protegido del Parque Nacional de Picos de Europa, en un entorno con una gran riqueza de fauna y flora, además de miradores naturales de gran belleza paisajística.

Nevada enero 2018.





domingo, 7 de enero de 2018

jueves, 4 de enero de 2018

Tres Reyes llegaron ...




Andrew Osokin



Pues la estrella
es ya llegada,
vaya con los Reyes
la mi manada.

Vamos todas juntas
a ver el Mesías,
pues vemos cumplidas
ya las profecías.
Pues en nuestros días,
es ya llegada,
vaya con los Reyes
la mi manada.

Llevémosle dones
de grande valor,
pues vienen los Reyes,
con tan gran hervor.
Alégrese hoy
nuestra gran Zagala,
vaya con los Reyes
la mi manada.

No cures, Llorente,
de buscar razón,
para ver que es Dios
aqueste garzón.
Dale el corazón,
y yo esté empeñada:
vaya con los Reyes
la mi manada.

Santa Teresa de Jesús






¡Felices Reyes Magos!