"...Y allí arriba, en la soledad de la cumbre, entre los enhiestos y duros peñascos, un silencio divino, un silencio recreador..." (Miguel de Unamuno)


jueves, 31 de diciembre de 2020

Año Nuevo







Lo blanco está sobre lo verde,
y canta.
Nieve que es fina quiere
ser alta.
Enero se alumbra con nieve, si verde,
si blanca.
Que alumbre de día y de noche la nieve,
la nieve más clara.
¡Nieve ligera, copo blando,
Cuánto ardor en masa!
La nieve, la nieve en las manos
y el alma.
Tan puro el ardor en lo blanco,
tan puro, sin llama.
La nieve, la nieve hasta el canto
se alza.
Enero se alumbra con nieve silvestre.
¡Cuánto ardor! Y canta.
La nieve hasta el canto -la nieve, la nieve-
en vuelo arrebata.

Jorge Guillén




Que el Nuevo Año venga cargado de Amor, Paz y Esperanza.

¡Feliz Año Nuevo!








lunes, 28 de diciembre de 2020

Entre los árboles







  El solo de viola del viento entre los árboles.


Enrique García-Máiquez









miércoles, 23 de diciembre de 2020

Noche de Paz

 









"Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas que has creado,
 ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él?".

Sal 8, 3







¡Feliz Navidad!





sábado, 5 de diciembre de 2020

Nieve en otoño






Cuando la nieve va a llegar se oye
un silencio en los campos,
un silencio en los cielos.
Luego, van descendiendo densos copos,
los sientes en el rostro como un don
y te vas despertando a nueva vida.

Avanzas en lo blanco lentamente,
avanzas con el peso de lo negro
que siempre hubo en ti,
con lo que hiere y duele y nos enferma,
con todo el mal que en siglos hemos hecho
con todo el mal que en siglos nos hicieron.
Mas, poco a poco, se aligera el cuerpo
y el alma, extraviada en lo blanco,
espacio es de sí misma.

¡Paraíso en la nieve!
Al fin, ya todo es blanco
en lo negro del hombre.
Hasta el aire tan frío que respiras
te parece de fuego.
Y allá donde se posan tus dos ojos
la luz es una zarza que llamea,
oímos el crujido de la luz.

Antonio Colinas





Enciendo el fuego,
el pruno se llena
de gorriones y de flores moradas.
Enciendo el fuego,
llega la música
más hermosa:
el Agnus Dei de Barber
Enciendo el fuego,
escucho la noche
con su silencio que llama
a la nieve.
Enciendo el fuego
y yo soy el que arde
en noche, en nieve, en música, en silencio.


Ha comenzado a nevar en la montaña...


 

La voz de un poeta...


 "...en su blancura, 
en su nieve que ardía sin arder..."



"Para el que sabe ver
siempre habrá al final del laberinto
de la vida
una puerta de oro..."





martes, 1 de diciembre de 2020

Montaña Central Leonesa: el interior del bosque








¡Las maravillas del bosque! Ah, son innumerables; 
nunca te las podría enseñar todas, tendríamos para toda una vida... 


Dámaso Alonso






La poesía de la tierra nunca se pudre.

John Keats







Unas hojas, unas pocas hojas 
sacudidas por el viento. 
Un temblor en oscuro bosque, 
un destello de vida,
un instante de niño. 

Hugo Mujica






domingo, 22 de noviembre de 2020

...








«A veces pienso que todo puede ser a la vez primavera y otoño, 
que a la vez cada cosa es primavera y otoño de algo...» 

Álvaro Cunqueiro



 

domingo, 15 de noviembre de 2020

Árbol del vivir...

 





Ay, árbol del vivir,
árbol de la ilusión y de los desengaños,
de las revelaciones.
Cuando te agita el viento de la edad,
las hojas secas caen. Pero
en la rama aún verde de la infancia -la
que está más arriba, la que en la luz se
mueve-
canta el jilguero.

Eloy Sánchez Rosillo, de La rama verde






sábado, 24 de octubre de 2020

Cuando el otoño...





Cuando el otoño derrame sus colores
átame con la soga del rojo, del naranja
del verde y del amarillo
sobre una alfombra de hojas
que huele a húmedo
en el bosque.

Anunciada Fernández de Córdova









Qué noble paz en este alejamiento
 de todo: oh prado bello que deshojas
tus flores, oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento!

Juan Ramón Jiménez



viernes, 9 de octubre de 2020

Credo leonés



Plaza Mayor (León)


Montaña Central Leonesa


Para Luis Miguel Rabanal


Creo en León, reino sobrio y generoso, linde del cielo y de
la tierra. Creo en el libro del frío, en la memoria de la nieve,
en la casa roja y en el sepulcro en Tarquinia, que fueron
concebidos por obra y gracia de las minas de carbón y de las
fraguas, donde nacen todos los poetas y cuentistas de estos
lares. Creo en los bosques bercianos y en los cañaverales
coyantinos, por los que agoniza y resucita el sol padre. Creo en
el templo mozárabe que habrá de durar otros mil años en el 
Valle del Silencio. Creo en el silencio de Valdeón, Vegacervera
y Valdeteja, como creo en el de otros valles agazapados entre
las hoces de los ríos, refugio de sauces y cerezos por los siglos
de los siglos. Creo en los pecios de los pueblos en el fondo de
los pantanos, donde todavía suenan ahogadas las campanas de
sus espadañas. Creo en el mar leonés, en su oleaje de ramas y
espigas, en sus atalayas de ladrillo y en el faro de Sahagún, en
el que duerme el espíritu santo de un torrero escribidor. Creo
en la cigüeña que camina sobre las aguas de hierba y sobre la 
espuma de las flores, como el hijo del carpintero en el mar
de Galilea. Creo en las iglesias de barro, en los palomares de
barro y en los hombres y las mujeres de barro que protegen las 
almas y los campos del olvido y la sequía. Creo en el perdón
a los niños que se avergüenzan de apalear a los perros y en la
lealtad de los arrieros humildes. Creo en la inversión cósmica 
del cocido maragato y en la desecación de la carne, así como 
creo en la liturgia del vino y en la tertulia eterna. Amén.

Sergi Bellver



Paseo por el Pico Fontún. Villamanín (León)



Nieve entre Asturias y León



sábado, 26 de septiembre de 2020

Querencia








«Hay distintas formas de mirar el agua, depende de cada uno y de lo que busque».

"Me encuentro con el paisaje.
Como hay un idioma materno
que te enseña a nombrar las cosas,
hay un paisaje materno,
con el que aprendes a ver el mundo.
Luego conoces más lenguas y más paisajes
y pueden ser más bonitos,
pero ninguno te parece mejor.
Éste es el espejo en el que me empecé a mirar
cuando era pequeño [León]".

Julio Llamazares



lunes, 31 de agosto de 2020

Instante




Atardecer en Villamanín. Agosto 2020



La vida es siempre lo mismo, pero nunca es igual.

Daniel Mocher

***

La nube, estado de ánimo del agua.

**

Las nubes son las alfombras del más allá.

Virginia Aguilar



martes, 21 de julio de 2020

Las flores del romero...





Las flores del romero,
niña Isabel,
hoy son flores azules,
mañana serán miel.

Luis de Góngora




Pasan los trenes
por el gran túnel
entre las varas de nardo 
que tricotean. 

Juan Larrea Celayeta





Juan Ramón Jiménez en "Alba"
                                
Suspiraban las flores al salir de su ensueño
embriagando el rocío de esencias.


Christine Ellger

Y dice Valle Inclán

                    El agua por las hierbas - mueve olores - de frescos paraísos terrenales...?





Quiero decirte cazador de aromas: ¿Buscas tal vez la voz entre mis labios?
¿sabes que en cada verso hay un exangüe - o espléndido perfume derramado?

Marcela Sánchez Coquillat







sábado, 20 de junio de 2020

DE retablo







"En este atardecer melindroso de verano,
el paraje, fresco y umbroso, tiene una gran paz. El último
soplo de la marinada hace repiquetear dulcemente las hojas
de los árboles y cimbrea el penacho de los cañaverales. 
Hay una luz encarnada y amarillenta, de retablo". 

Josep Pla





domingo, 7 de junio de 2020

Me regocijaré








“Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en las viñas; aunque falte el producto del olivo... con todo yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en el Dios de mi salvación”. 

Habacuc 3: 17, 18





En el domingo de la Santísima Trinidad.
Santa Isabel de la Trinidad, Abismo de Amor




viernes, 5 de junio de 2020

Flores






La relación unilateral entre vosotras y yo
no va mal de todo.

Sé lo que es hoja, pétalo, espiga, piña, tallo
y lo que os pasa a vosotras en abril y en diciembre.

Aunque mi curiosidad no es correspondida,
me inclino especialmente sobre algunas
y hacia otras levanto la cabeza.

Tengo nombres para vosotras:
arce, cardo, narciso, brezo,
enebro, muérdago, nomeolvides,
y vosotras no tenéis ninguno para mí.

Hacemos el viaje juntas.
Y durante los viajes se conversa ¿o no?
se intercambian opiniones al menos sobre el tiempo
o sobre las estaciones que pasan volando.




Temas no faltan, porque nos unen muchas cosas.
La misma estrella nos tiene a su alcance.
Proyectamos sombras según las mismas leyes.
Intentamos saber cosas cada una a su manera
y en lo que no sabemos también hay semejanza.

Lo aclararé como pueda, preguntadme y ya está:
qué es eso de ver con los ojos,
para qué me late el corazón
o por qué mi cuerpo no echa raíces.

Pero cómo contestar a preguntas nunca hechas,
si además se es alguien
para vosotras tan nadie.

Musgo, bosque, prados y juncales,
todo lo que os digo es un monólogo
y no sois vosotras quienes lo escucháis.

Hablar con vosotras es necesario e imposible.
Urgente en una vida apresurada
y está aplazado hasta nunca.

Wislawa Szymborska



martes, 19 de mayo de 2020

Rosa





 Los pétalos de la rosa amarilla
¿Tiemblan y caen
al ruido de los torrentes de agua?

Basho




martes, 28 de abril de 2020

Una cascada







Una cascada
da frescor a la noche
con su sonido.

Kobayashi Issa






Otras montañas y otros valles, el cóndor pasa...



domingo, 12 de abril de 2020

Escarcha






De la escarcha
No olvides jamás
El gusto a soledad

Matsuo Basho (1644-1694)




martes, 7 de abril de 2020

viernes, 3 de abril de 2020

Cielo






«Dios en la Biblia no nos ha querido enseñar cómo va el cielo, sino cómo se va al cielo». 

San Agustín






Reserva de la Biosfera de los Argüellos (Montaña Central Leonesa)








martes, 24 de marzo de 2020

¿Hasta cuándo ...?






¿Hasta cuándo voy a ignorar vuestros nombres? Qué inesperadas, qué resueltas, qué sencillas las yerbas ignoradas.

José Antonio Muñoz Rojas




"Cantemos el himno de las cosas breves,
de las criaturillas que alcanzaron el último
soplo de Dios. (...)
Que el Señor sea con vosotros, pájaros de la tarde.
Pájaros de la tarde que van besando las nubes
orecidas, y a cada beso revienta una estrella.
Los ángeles de la tarde deshojan la rosa de la
tarde; los pájaros son pétalos disueltos que buscan
el apego de las ramas".

"Todavía hay primavera. Todavía", Joaquín Antonio Peñalosa








martes, 10 de marzo de 2020

Susurrando



Río Duerna

El camino sube 
la acequia baja 
el álamo susurra un comentario.

Aurora Luque





Ombra mai fù es el aria de apertura de la ópera italiana Serse (1738) de George Friedic Handel.

El Rey Jerjes canta a un árbol. 
Maravillosa música para elogiar la sombra que le proporciona.





sábado, 15 de febrero de 2020

La vida






El mayor de los tesoros, la vida, está desenterrado. Y sin embargo, qué pocos la encuentran.

Jesús Montiel




viernes, 7 de febrero de 2020

Me ha dicho el árbol...






Me ha dicho el árbol: para anidar el canto hay que beberse primero mucha tormenta.

Jesús Montiel, Casa de tinta




sábado, 1 de febrero de 2020

Montaña








"La naturaleza es la mejor maestra de la verdad".

San Ambrosio



"Para mí no existe alegría más grande que mirar al cielo en una noche clara, con una atención tan concentrada que todos los demás pensamientos desaparecen; entonces se tiene la impresión de que las estrellas entran en el alma".


Simone Weill




miércoles, 29 de enero de 2020

Santísima Virgen de la Velilla








A los pies de la montaña de Peñacorada, de 1.835 metros de altura se encuentra un Santuario, antiguamente una Ermita, llamada por su emplazamiento ''De Vallulis'' es decir Santa María de los Valles.

En sus proximidades, a partir del siglo XV se levantó el ''Santuario de Nuestra Señora de la Velilla''.

Aquí se estableció un monje que había escapado de la destrucción de su monasterio en Sahagún. Este famoso ermitaño se llamaba Guillermo. Todos los devotos de la zona se reunían en la Ermita para rezar ante el altar de la Virgen, hasta que se construyó el Monasterio de San Guillermo, del que aún se conservan unas ruinas con algunas piedras.

Al desaparecer los monjes, el culto a la Virgen de los Valles quedó muy abandonado, reduciéndose al mínimo, llegando hasta el olvido.

El año 1470 es el año del resurgimiento de la devoción a la Virgen, en el mismo lugar donde hoy se encuentra el Santuario. La tradición cuenta que fue Don Diego de Prado quien encontró la imagen de la Virgen de la Velilla y tomó la decisión de construir un altar.

Don Diego de Prado fue una persona histórica, real, hidalgo de La Mata de Monteado y emparentado con los Señores de la Casa de Prado, dueños y señores del Valle del Tuéjar.

El relato de la aparición de la Virgen entre escombros, en el mismo lugar donde se encuentra hoy el Santuario, cuenta que había unas ruinas de edificios antiguos llena de ortigas y otras hierbas y que Diego de Prado pretendía limpiar. Cavando encontró una imagen tan hermosa, tan bonita y tan dorada como si hubiera sido recién construida. La llevó a casa y la colocó en su Hórreo en un improvisado altar, donde la escondieron en secreto. Cuenta la leyenda que Diego de Prado empezó a perder toda su riqueza, animales, e hijos. Su mujer también enfermó y estaba tan grave que Diego se acordó de la imagen e hizo el voto de hacer una ermita en el mismo sitio donde apareció la imagen si su mujer mejoraba, y así fue. La construyeron de piedra seca, pequeña y cubierta de paja.

Don Sebastián del Blanco, ofreció que si salía como cura de la Mata, diría todos los sábados misa en la Ermita. Su petición se cumplió y empezó a decir misa todos los sábados creciendo el número de fieles  empezando de nuevo la devoción.




Cada vez venían mas devotos y empezó a crecer el rumor de las curaciones y milagros que se realizaban. En 1615 era tanta la concurrencia de peregrinos y las limosnas, que se pudo empezar las obras de lo que hoy es el gran Santuario. La construcción del mismo se encargo a Domingo de Lastra, durando la obra completa casi un siglo.

El Santuario tiene una sola nave con crucero, cubierto por una bóveda de media naranja. A la cabecera del templo se encuentra el Altar Mayor, detrás el Camarín. A los pies, el coro y la torre octogonal. Frente a la fachada, sostenida por un fuerte muro de piedra, se encuentra una plaza donde se reúnen los peregrinos con una cruz en el centro de la misma. La fachada tiene un gran pórtico, y sobre la puerta principal del templo se encuentra una hornacina con la estatua de la Virgen Inmaculada. En la pilastra central se encuentra un reloj de sol, recientemente restaurado. En el oeste sobresale una bella torre octogonal, toda ella de piedra, rematada por una pirámide con aguja, bola, cruz y veleta. En esta torre está colocada la ''Última piedra''.

El interior del Santuario es de estilo renacentista. Los retablos e imágenes son de inspiración barroca. Tiene tres altares, el de la Capilla Mayor y otro en cada crucero. El retablo mayor es obra de Francisco de Uriarte, Maestro arquitecto y de Diego de Avendaño, maestro dorador. Tiene un magnífico sagrario con un altorrelieve policromado de la Resurrección. Sobre el Sagrario se abre un gran arco, que es donde estaba en principio la imagen de la Virgen. En el crucero sur está el Santo Cristo y en el norte la estatua de la Asunción de la Virgen, de estilo renacentista.

Detrás de la Capilla Mayor se encuentra el Camarín, rematado con una bóveda de media naranja adornada con figuras de ángeles, dragones, flores, etc. En el suelo, junto al altar de San Antonio, se encuentra el lugar donde se apareció la Virgen.

En 1979 fue robada la Virgen con casi todo su Tesoro del que solo quedaron la Cruz Procesional y los Cetros.

Fuente: Diario de Valderrueda




domingo, 26 de enero de 2020

Nieve










"Nieve. Dicen nieve.
¡Quién pudiese recuperar la extrañeza de la nieve tras la palabra que la nombra!". 

Chantal Maillard





miércoles, 22 de enero de 2020

Enero





"Enero
 escribe cartas a la primavera
 con níveos alfabetos sobre el mundo". 

Pedro Salinas