"...Y allí arriba, en la soledad de la cumbre, entre los enhiestos y duros peñascos, un silencio divino, un silencio recreador..." (Miguel de Unamuno)


miércoles, 29 de enero de 2020

Santísima Virgen de la Velilla








A los pies de la montaña de Peñacorada, de 1.835 metros de altura se encuentra un Santuario, antiguamente una Ermita, llamada por su emplazamiento ''De Vallulis'' es decir Santa María de los Valles.

En sus proximidades, a partir del siglo XV se levantó el ''Santuario de Nuestra Señora de la Velilla''.

Aquí se estableció un monje que había escapado de la destrucción de su monasterio en Sahagún. Este famoso ermitaño se llamaba Guillermo. Todos los devotos de la zona se reunían en la Ermita para rezar ante el altar de la Virgen, hasta que se construyó el Monasterio de San Guillermo, del que aún se conservan unas ruinas con algunas piedras.

Al desaparecer los monjes, el culto a la Virgen de los Valles quedó muy abandonado, reduciéndose al mínimo, llegando hasta el olvido.

El año 1470 es el año del resurgimiento de la devoción a la Virgen, en el mismo lugar donde hoy se encuentra el Santuario. La tradición cuenta que fue Don Diego de Prado quien encontró la imagen de la Virgen de la Velilla y tomó la decisión de construir un altar.

Don Diego de Prado fue una persona histórica, real, hidalgo de La Mata de Monteado y emparentado con los Señores de la Casa de Prado, dueños y señores del Valle del Tuéjar.

El relato de la aparición de la Virgen entre escombros, en el mismo lugar donde se encuentra hoy el Santuario, cuenta que había unas ruinas de edificios antiguos llena de ortigas y otras hierbas y que Diego de Prado pretendía limpiar. Cavando encontró una imagen tan hermosa, tan bonita y tan dorada como si hubiera sido recién construida. La llevó a casa y la colocó en su Hórreo en un improvisado altar, donde la escondieron en secreto. Cuenta la leyenda que Diego de Prado empezó a perder toda su riqueza, animales, e hijos. Su mujer también enfermó y estaba tan grave que Diego se acordó de la imagen e hizo el voto de hacer una ermita en el mismo sitio donde apareció la imagen si su mujer mejoraba, y así fue. La construyeron de piedra seca, pequeña y cubierta de paja.

Don Sebastián del Blanco, ofreció que si salía como cura de la Mata, diría todos los sábados misa en la Ermita. Su petición se cumplió y empezó a decir misa todos los sábados creciendo el número de fieles  empezando de nuevo la devoción.




Cada vez venían mas devotos y empezó a crecer el rumor de las curaciones y milagros que se realizaban. En 1615 era tanta la concurrencia de peregrinos y las limosnas, que se pudo empezar las obras de lo que hoy es el gran Santuario. La construcción del mismo se encargo a Domingo de Lastra, durando la obra completa casi un siglo.

El Santuario tiene una sola nave con crucero, cubierto por una bóveda de media naranja. A la cabecera del templo se encuentra el Altar Mayor, detrás el Camarín. A los pies, el coro y la torre octogonal. Frente a la fachada, sostenida por un fuerte muro de piedra, se encuentra una plaza donde se reúnen los peregrinos con una cruz en el centro de la misma. La fachada tiene un gran pórtico, y sobre la puerta principal del templo se encuentra una hornacina con la estatua de la Virgen Inmaculada. En la pilastra central se encuentra un reloj de sol, recientemente restaurado. En el oeste sobresale una bella torre octogonal, toda ella de piedra, rematada por una pirámide con aguja, bola, cruz y veleta. En esta torre está colocada la ''Última piedra''.

El interior del Santuario es de estilo renacentista. Los retablos e imágenes son de inspiración barroca. Tiene tres altares, el de la Capilla Mayor y otro en cada crucero. El retablo mayor es obra de Francisco de Uriarte, Maestro arquitecto y de Diego de Avendaño, maestro dorador. Tiene un magnífico sagrario con un altorrelieve policromado de la Resurrección. Sobre el Sagrario se abre un gran arco, que es donde estaba en principio la imagen de la Virgen. En el crucero sur está el Santo Cristo y en el norte la estatua de la Asunción de la Virgen, de estilo renacentista.

Detrás de la Capilla Mayor se encuentra el Camarín, rematado con una bóveda de media naranja adornada con figuras de ángeles, dragones, flores, etc. En el suelo, junto al altar de San Antonio, se encuentra el lugar donde se apareció la Virgen.

En 1979 fue robada la Virgen con casi todo su Tesoro del que solo quedaron la Cruz Procesional y los Cetros.

Fuente: Diario de Valderrueda




domingo, 26 de enero de 2020

Nieve










"Nieve. Dicen nieve.
¡Quién pudiese recuperar la extrañeza de la nieve tras la palabra que la nombra!". 

Chantal Maillard





miércoles, 22 de enero de 2020

Enero





"Enero
 escribe cartas a la primavera
 con níveos alfabetos sobre el mundo". 

Pedro Salinas





martes, 14 de enero de 2020

Los aires aman ...






Si la vista a los cielos levantamos, 
dirás, Liseo, que los aires aman, 
y que de amor se quejan en los ramos. 

Lope de Vega






martes, 7 de enero de 2020

Borabora





Borabora: Un poco fuera del mundo.




Escribió Cervantes en La Galatea:

 "... del campo son y han sido mis amores,
 rosas son y jazmínes mis cadenas; 
libre nací, y en libertad me fundo".



domingo, 5 de enero de 2020

Y siguieron la estrella ...








«Hemos visto su estrella en Oriente y hemos venido a adorarle».

 Mt 2,2





Magi viderunt stellam. Tomás Luis de Victoria




¡Feliz noche y día de Reyes!