"...Y allí arriba, en la soledad de la cumbre, entre los enhiestos y duros peñascos, un silencio divino, un silencio recreador..." (Miguel de Unamuno)


sábado, 9 de junio de 2012

Cántico de las Criaturas





Curso 2011-2012
 

Lo que es el hombre delante de Dios, eso es, y no más.

 San Francisco de Asís



jueves, 7 de junio de 2012

El Faedo, un bosque encantado








El Faedo es un pequeño bosque situado en Ciñera de Gordón, en la Montaña Central Leonesa, dentro de la reserva de la Biosfera del Alto Bernesga ( municipios de Pola de Gordón y Villamanín).

El topónimo "Faedo" deriva del nombre latino fagus = haya y el sufijo abundancial -etum, que dio la terminación -edo. La conversión de /f/ en /H/ fue habitual en el castellano a partir del siglo XV, pero no en las hablas asturiana y leonesa, a las que pertenece el vocablo "faedo" que significa hayedo.








En 2007, a instancia del AMPA del colegio público San Miguel de Ciñera, le fue concedido al bosque "El Faedo"el premio "Bosque mejor cuidado de España", otorgado por el Ministerio de Medio Ambiente y la asociacion Bosques sin Fronteras, lo que supuso un reconocimiento a nivel nacional de la labor llevada a cabo, durante años, por los vecinos del pueblo de Ciñera, que desde la asociación ADELFA (Amigos Del Faedo) velan por el mantenimiento y la conservación de esta pequeña joya.
Es un bosque de hayas, con formas caprichosas, atravesado por arroyos cristalinos.
Pura Naturaleza.

Me sumo a las palabras del autor del vídeo:

"Es un bosque fascinante y mágico. Mi video es una pequeña muestra de su gran belleza, pero hay que pisarlo para poder admirar su encanto, escuchar su melodía y respirarlo. Es naturaleza en estado puro; un auténtico regalo".








El bosque cuenta con un ejemplar de haya que ha contribuido a aumentar la fama de este rincón; se trata del árbol conocido como "Fagus", que, según los científicos, cumplió 500 años en 2008. Es, probablemente, el haya más longevo de la Península, y unido a su extraña forma, justifica que fuera seleccionado para aparecer en el libro "Árboles, leyendas vivas", donde se reseñan los ejemplares más relevantes del país. El "Faedo" y "Fagus" se codean con árboles como el Drago de Tenerife, considerado el árbol más cuidado del mundo.




Todo bosque tiene una leyenda, y esta es la leyenda de El Faedo:


La bruja Haeda


“Hace muchos años, cuando aún los hombres vivían al aire libre y los inviernos eran crudos y muy largos, vivía en el Faedo una bruja llamada Haeda. Tenía poderes sobrenaturales que le había otorgado el demonio, que le advirtió que debía utilizarlos para hacer el mal, pues si no era así, se consumiría en tres días y desaparecería (…) Un día de duro invierno, Haeda estaba sentada (…) y vio a unos padres que no podían resguardar a sus hijos del frío. Usando sus poderes arrancó un montón de piedras de la montaña y las prendió fuego, se pusieron rojas y chispeantes (…) y duraron prendidas toda la noche, (…) los padres y sus hijos durmieron toda la noche calentitos. A la mañana siguiente vieron un montón de ceniza que no sabían de donde provenía. (…) Haeda les ayudó de igual manera al dia siguiente, pero pensó que el invierno era muy largo y que tendría que hacer algo. (…) Juntó las últimas fuerzas que le quedaban e hizo que todas las montañas del valle se llenaran de piedras que se prendieran y dieran calor. Así vinieron muchas familias que fundaron un pueblo sobre las cenizas de Haeda y le llamaron Ciñera. Desde entonces ningún niño pasó frío por las noches. Se dice que la bruja buena se fue a morir al Faedo y dejó los mechones de pelo blanco entre las hayas. Ahora, los niños de Ciñera van al Faedo de merienda y juegan bajo la protección de Haeda, que vela para que no falte nunca el carbón”.


  Josefina Diaz, vecina de Ciñera, abuela y escritora de cuentos