no va mal de todo.
Sé lo que es hoja, pétalo, espiga, piña, tallo
y lo que os pasa a vosotras en abril y en diciembre.
Aunque mi curiosidad no es correspondida,
me inclino especialmente sobre algunas
y hacia otras levanto la cabeza.
Tengo nombres para vosotras:
arce, cardo, narciso, brezo,
enebro, muérdago, nomeolvides,
y vosotras no tenéis ninguno para mí.
Hacemos el viaje juntas.
Y durante los viajes se conversa ¿o no?
se intercambian opiniones al menos sobre el tiempo
Temas no faltan, porque nos unen muchas cosas.
La misma estrella nos tiene a su alcance.
Proyectamos sombras según las mismas leyes.
Intentamos saber cosas cada una a su manera
y en lo que no sabemos también hay semejanza.
Lo aclararé como pueda, preguntadme y ya está:
qué es eso de ver con los ojos,
para qué me late el corazón
o por qué mi cuerpo no echa raíces.
Pero cómo contestar a preguntas nunca hechas,
si además se es alguien
para vosotras tan nadie.
Musgo, bosque, prados y juncales,
todo lo que os digo es un monólogo
y no sois vosotras quienes lo escucháis.
Hablar con vosotras es necesario e imposible.
Urgente en una vida apresurada
y está aplazado hasta nunca.
Wislawa Szymborska
Wislawa Szymborska
Me encanta y admiro, la poesía de W. Szymborska.
ResponderEliminarHermoso el poema que nos traes de ella, y las fotografías.
Un beso, Rosa.
Me alegra :)
EliminarGracias, Carmela.
Un beso.
¡¡Qué ganas de conversar con los rosales!!
ResponderEliminarY escuchar la silente voz de las rosas, o de las margaritas, el espliego, las hortensias.
No sé qué encontraremos cuando podamos ir...
Besos
Jaja, me imaginaba que lo dirías.
EliminarSí, Maite, se puede conversar con ellas y escucharlas. No es imposible.
A mí me segaron sin darse cuenta un hibisco, snif, amarillo, precioso. Puede que rebrote, dejaron la raíz. Tuvieron que venir a segar con una segadora especial, parecía una selva.
Que puedas ir pronto.
Un beso.