Imagen Franos
Si a vuestra vida un día llegase el huracán
(fragmento)
(...) Sólo quiero, por eso,
deciros lo que habréis de recordar:
recordad y salvad vuestra quietud:
si en el norte, a la sombra de un tembloroso álamo,
si en el sur, en la brisa de un naranjo;
recordad cómo pasa el huracán
por el junco, y el junco no se inmuta,
y el junco no padece.
Porque el junco es flexible.
Esperad y sembrad
como siembra el viento las estrellas,
pues llegará el otoño de los frutos.
Si mantenéis en calma la mirada,
si aun en la luz sois claros,
sed muy flexibles, respirad con paz
como la luz respira.
Ni el junco, ni el aroma, ni la luz
se quiebran.
Si a vuestra vida un día llegase el huracán,
si hoy llegó el huracán a vuestras vidas,
respirad en su furia con quietud, hondamente,
y esperad.
Ahora más que nunca,
sed flexibles,
sed junco, aroma, luz.
Antonio Colinas
Libro de la mansedumbre, Tusquets, Barcelona 1977, pp.63-64
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