"...Y allí arriba, en la soledad de la cumbre, entre los enhiestos y duros peñascos, un silencio divino, un silencio recreador..." (Miguel de Unamuno)


domingo, 14 de diciembre de 2014

Un regalo

 
 
 

 
 
 
El cielo que disfruté ayer durante un viaje, lucía esta tonalidad. Lo recibí como un regalo. Cesó la lluvia, de repente, y permaneció así durante dos horas. Adornado, además, con las encinas del camino. Me sentí, literalmente, en la gloria.
 
Mozart escribió muchísima música, pero solamente nos dejó una única pieza para arpa: el Concierto para flauta, arpa y orquesta en do mayor, K. 299/297c, que es, al mismo tiempo, uno de los dos conciertos dobles que escribió, y uno de los más populares en el repertorio de ese instrumento maravilloso. 
Una pieza única para un día especial.
 
Que lo disfrutéis.
 
 
 

 

2 comentarios:

  1. Ya veo que estás de viaje, pero esto si que es un maravilloso regalo, tus palabras y Mozart.
    ¿Sabes que el arpa me parece un instrumento muy romántico, de ternura exquisita? Creo que los que saben hacerla sonar son privilegiados.
    ahora voy a escuchar el concierto, muchas gracias, Rosa.
    Besiños.

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    1. Lo sentí exactamente así. Salimos de León con un tiempo malísimo, y nos advirtieron que la niebla casi no nos dejaría ver. Pero, al contrario, clareó, y me encantó el cielo que apareció, faltan las vetas anaranjadas...

      El arpa es un instrumento muy tierno, también lo creo. Apareció este vídeo y justo con una tonalidad en el cielo muy parecida.

      Besiños, muchos. Tengo ya ganas de vacaciones, se nota el trimestre.

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