"...Y allí arriba, en la soledad de la cumbre, entre los enhiestos y duros peñascos, un silencio divino, un silencio recreador..." (Miguel de Unamuno)


jueves, 7 de mayo de 2015

Salmo 121

 

“Cuando Dios terminó de hablar
con Moisés en el monte Sinaí,
le dio las dos tablas del
Testimonio, escritas
por el dedo de Dios”.

(Ex. 31, 18)
 
 


“Dirijo la mirada hacia
los montes: ¿de dónde me
llegará ayuda? Mi socorro me
viene del Señor, que hizo el cielo
y la tierra”.
   
 (Sal 121, 1s).


 
 

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Y tú también lo eres, Toro, el salmo es para todos...

      Tú escucha y ¡silba!

      Un beso, Toro. Que tengas buen día ¿vale?

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