Flores silvestres y ortigas. Montaña leonesa.
Ven, Espíritu Santo.
(...) Y la garza en la ribera.
La paz que llega a su hora.
Una carta alentadora.
La vieja amistad que espera.
Aquella verdad primera
que se hace noticia ahora.
El Espíritu que aflora
en una cosa cualquiera.
¡Y toda el alma, caída,
se pone en pie, tan señera...!
Porque le basta a la vida
saber que hay corriente franca
y encontrarse en la ribera
con alguna garza blanca.
La paz que llega a su hora.
Una carta alentadora.
La vieja amistad que espera.
Aquella verdad primera
que se hace noticia ahora.
El Espíritu que aflora
en una cosa cualquiera.
¡Y toda el alma, caída,
se pone en pie, tan señera...!
Porque le basta a la vida
saber que hay corriente franca
y encontrarse en la ribera
con alguna garza blanca.
(Pedro Casaldáliga. Clamor Elemental)
Un maravilloso poema que es un canto a la esperanza.
ResponderEliminarNo hay ortigas en Cataluña, o al menos desde que dejé Andalucía, no he vuelto a ver una.
Abrazos
Sí, en cualquier momento aflora el Espíritu, nos hace mucha falta.
EliminarAquí se encuentran por todas partes, y no las suelo quitar porque me gustan, pero si te "ortigas", produce un picor muy persistente y doloroso.
Un beso, Julia. Gracias por tu visita.
Nunca suelen gustarme los poemas bucólicos, ya sé que este no lo es, pero lo roza.
ResponderEliminarNo sé porqué.
Besos.
Faltan los pastores y el diálogo, pero quizás por el ambiente sí lo puede rozar ...
EliminarMe gustan, sobre todo, estos versos:
Porque le basta a la vida
saber que hay corriente franca ...
Pedro Casaldáliga es un obispo y misionero, que ha dedicado su vida a los pobres. Es catalán, pero vive en Brasil, tiene poemas muy bellos, fruto de una vida de continua dedicación.
Un beso, Toro.
Sabía quien es.
ResponderEliminarTodo un ejemplo.
Todo un ejemplo; es cierto, Toro.
Eliminar:)