"...Y allí arriba, en la soledad de la cumbre, entre los enhiestos y duros peñascos, un silencio divino, un silencio recreador..." (Miguel de Unamuno)


lunes, 18 de noviembre de 2024

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«Este no es el mejor de todos los mundos posibles, pero lo mejor de todo es que exista un mundo».

Gilbert Keith Chesterton (1874-1936)



Mozart: Concierto para clarinete, K 622: II. Adagio


"La Flauta Mágica" (Mozart) 


 
La Flauta Mágica: Aria "Bei Männern" ("Himno al amor")


PAMINA: A los hombres que sienten el amor no les falta un buen corazón. 
PAPAGENO: Compartir los dulces instintos es entonces el primer deber de las mujeres. 
AMBOS: Alegrémonos por el amor, pues únicamente por él vivimos. 
PAMINA: El amor endulza todas las penas, todas las criaturas se rinden ante él. 
PAPAGENO: Él da sabor a nuestros días, actúa según el ciclo de la Naturaleza. 
AMBOS: Su excelsa finalidad es bien clara, no hay nada más noble que la mujer y el hombre. El hombre y la mujer, la mujer y el hombre alcanzan juntos la esfera de la divinidad



 
Aria «Dies Bildnis ist bezaubernd schön», («Este retrato es encantadoramente bello»).

 
¡Este retrato es encantadoramente bello,
como jamás contemplaron ningunos ojos!
Siento cómo esta imagen divina
llena mi corazón de una nueva emoción. 
No sé darle nombre, ciertamente, 
pero siento que arde como el fuego.
¿Será amor, esta emoción?
¡Sí, solo puede ser amor!
Si tan solo pudiera encontrarla,
si ella ya estuviera aquí, ante mí. 
Yo…yo.. ¿qué haría yo entonces, lleno de calidez y pureza?
¡La estrecharía contra mi pecho ardiente, 
encantado, para que fuera mía por toda la eternidad!


Dúo ¡Papagena! ¡Papageno!

PAPAGENO
¡Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Papagena!

PAPAGENA
¡Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Pa, Papageno!

PAPAGENO
¿Ahora eres toda mía?

PAPAGENA
¡Ahora soy toda tuya!

PAPAGENO
¡Bien, entonces sé mi mujercita!

PAPAGENA
¡Bien, entonces sé mi pichoncito!

PAPAGENO, PAPAGENA
¡Qué alegría habrá!
Si los dioses conceden hijos
a nuestro amor,
¡niñitos queridos, pequeñitos!

PAPAGENO
¡Primero un pequeño Papageno!

PAPAGENA
¡Y luego una pequeña Papagena!

PAPAGENO
¡Y luego otro Papageno!

PAPAGENA
¡Y luego otra Papagena!

PAPAGENO, PAPAGENA
¡Papageno! ¡Papagena!
Será la más grande de los dichas,
cuando muchos, muchos
Pa, Pa, Papageno,
Pa, Pa, Papagena
sean la bendición de sus padres.


"Amor, amor, amor, he aquí el alma del genio" (W. A. Mozart)

El misterio de la vida es el amor...

La Flauta Mágica.
Análisis en clave cuento de hadas, en clave de simbología masónica o en clave intermedia.
Ramon Gener


"La Flauta Mágica de Mozart no es mágica, sino transfiguradora".
D. Alfonso López Quintás




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