Valle de Arbas. Foto: Naturocio
En lo más profundo e íntimo del cielo azul,
como piedritas de mar,
que se van hundiendo hasta que llega la noche:
las Estrellas que a mediodía no se notan a simple vista.
No puedes verlas, ¡pero ahí están!
Hay cosas que no se pueden ver, ¡pero ahí están!
Los dientes de león marchitos, y con pétalos caídos,
ya esperan, en las grietas de los azulejos,
escondidos, en silencio, hasta que la primavera llegue,
aquellas fuertes raíces no se notan a simple vista.
No puedes verlas, ¡pero ahí están!
Hay cosas que no se pueden ver, ¡pero ahí están!
Kaneko Misuzu
que se van hundiendo hasta que llega la noche:
las Estrellas que a mediodía no se notan a simple vista.
No puedes verlas, ¡pero ahí están!
Hay cosas que no se pueden ver, ¡pero ahí están!
Los dientes de león marchitos, y con pétalos caídos,
ya esperan, en las grietas de los azulejos,
escondidos, en silencio, hasta que la primavera llegue,
aquellas fuertes raíces no se notan a simple vista.
No puedes verlas, ¡pero ahí están!
Hay cosas que no se pueden ver, ¡pero ahí están!
No se pueden ver, pero ahí están!!!
ResponderEliminarCierto.
Bello poema.
Besosssssss
Cierto :)
EliminarConmueven sus poemas:
"Aunque estire mis brazos
definitivamente no puedo volar,
pero a diferencia de mí, un pajarillo
no puede correr rápido sobre la tierra.
Aunque balancee mi cuerpo adelante y hacia atrás
no producirá sonidos bellos,
aunque a diferencia de mí, una campana
no conoce tantas canciones
Una campanilla, un pajarito y también yo,
Todos somos diferentes, todos somos buenos".
Un beso, Maite.
Buen fin de semana.
Oh!! Precioso!!! Gracias Rosa!!
EliminarMil besos
¡Abrazosss!!!
EliminarGracias a ti, querida Maite.