"...Y allí arriba, en la soledad de la cumbre, entre los enhiestos y duros peñascos, un silencio divino, un silencio recreador..." (Miguel de Unamuno)


sábado, 14 de febrero de 2015

Las mañanas transcurren claras...

 
 
 
 

Las mañanas transcurren claras
y desiertas. Así se abrían tus ojos
en otro tiempo. La mañana
fluía lentamente, era una gorga
de luz inmóvil. Callaba.
Tú callabas, viva. Las cosas
existían bajo tus ojos

(sin pena, sin fiebre, sin sombra)

como un claro mar en la mañana.

Luz, donde estás tú está la mañana.
Tú eras la vida y las cosas.
Despiertos en ti respirábamos
bajo el cielo que perdura en nosotros.
Sin pena, sin fiebre entonces,
sin esta pesada sombra del día,
poblado y distinto. Oh luz,
claridad lejana, aliento
vehemente: vuelve tus ojos
inmóviles, claros, hacia nosotros.
La mañana que pasa es oscura
sin la luz de tus ojos.

Cesare Pavese, “Las mañanas transcurren claras”
 
 
   
 

2 comentarios:

  1. Estaba muy enamorado.
    Que suerte.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No te preocupes, te llegará también a ti, cuando menos lo esperes ¡zas!!!

      Besos, Toro. ¡Buen día!!!

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.