«No permitas que muera el fuego».
por un largo horizonte dividido.
Algo quise decir, pero en olvido
tenía el pensamiento amordazado.
Me bajaron al llano desolado
de un extenso trigal nunca florido,
allí, donde el mirar queda perdido
y el aire del oír desperdiciado.
Me dejaron del sueño desvelado,
por una oculta pena sacudido
y al odio y a la guerra despertado;
pero apenas llegué ya estaba huido:
alcé mi corazón enamorado
y volé como el nido, como el nido.
Ángel Fierro
Canción Tradicional Leonesa: Jota de Pola de Gordón (Tarna).
«Para aprender a ver hace falta más poesía y menos discursos, pues lo maravilloso fluye incesante bajo los párpados del mundo».
Ángel Fierro
Originario de Cármenes, aunque trabajó 40 años en Barcelona, Ángel Fierro pertenece a la generación de la poesía comprometida leonesa, y aunque su obra poética no es muy extensa, sí lo es su obra en general. Esencialmente poeta, Fierro es además narrador e investigador, que ha cultivado con esmero la etnografía, la historia y la música de su comarca, Los Argüellos, donde está ambientada su novela, El contador de vientos. Los Argüellos (Arbolio). comprende los municipios de Villamanín, Cármenes (de dónde él es originario) y Valdelugueros.
La suma de estos intereses hace que su bibliografía y sus grabaciones discográficas, que incluyen estudios musicológicos y partituras de la montaña leonesa, se acerquen a la cincuentena de títulos.
Fierro es, junto a Mateo Díez, José Antonio Llamas y el recientemente fallecido Agustín Delgado, miembro fundador y responsable de las revistas Claraboya y Picogallo. “En el caso de Claraboya -aclara Fierro- la irrupción de la revista abrió debate en el panorama poético español de la segunda mitad del siglo XX. Para nosotros fue también órgano de amistad, escuela de aprendizaje y tribuna desde donde elaborar nuestra visión de la poesía, siempre que su escritura tuviese una brizna de humanidad”. “Por lo que respecta a Picogallo, su objetivo fue distinto. Se trató de un balcón literario abierto desde la Asociación Cultural de Cármenes, donde un grupo de vecinos ensayamos el acercamiento de la cultura al mundo rural; una postura ética de libertad y respeto a lo diferente, frente al sectarismo de ´ismos´ y tribus, que enmascaran sus miserias bajo el adjetivo de lo social”.
UNA PALABRA DE TUS OJOS
¿Quién eres, que vienes a mi lado
pero no entras en mí?
Llegó rodando hasta mi párpado
el huracán de tu presencia
y anidó en las afueras, como pájaro
que urde la fronda de lo oscuro.
Prisa y torpeza me impidieron
reconocer el oro
que nombra tu cabello; y sin embargo
¡cómo te amé!
Mira tus manos, están ya frías
por la penumbra de lo vivido.
No temblarán más veces en el mismo
sueño
ni volverán a arder, pues el futuro
crece al regreso.
No digas dónde o cuánto. Sé que estás
arriba, en la certeza.
Una palabra de tus ojos
aún redimiría este tiempo de sombra.
Ángel Fierro, de "Milagros del regreso"