Se me olvidó tu nombre,
no recuerdo
si te llamabas luz o enredadera,
pero sé que eras agua
porque mis manos tiemblan cuando llueve.
Se me olvidó tu rostro y tu pestaña
y tu piel por mi boca transitada
cuando caímos bajo los cipreses
vencidos por el viento,
pero sé que eras luna
porque cuando la noche se aproxima
se me rompen los ojos
de tanto querer verte en la ventana.
Se me olvidó tu voz, y tu palabra,
pero sé que eres música
porque cuando las horas se disuelven
entre los manantiales de la sangre
mi corazón te canta.
Carlos Medellín
Es precioso Rosa , me ha encantado ! Este invierno esta siendo tan inusual , aquí parece que sea primavera algunos días. No sé si al final se cambiaran las estaciones o que pasara.
ResponderEliminarBesos.
Me alegro de que te guste :)
EliminarAquí, hoy, hace un frío de nieve, pero ya no se sabe qué pasará ... sigue sin nevar ...
Un beso, Montblac.
Ya lo sé.
ResponderEliminarNo puedes impedirlo...
:P
:)
EliminarEl corazón es muy suyo, Toro.
Es muy sabio.
Un poema muy bello. ¿Le gustará a todo el mundo?
Un beso, Toro.
Un bellísimo poema.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Rosa
Sí, es cierto.
EliminarUn beso, Julia.
Nomeolvides!!
ResponderEliminar¡Qué bonito!! Me ha llegado.
Gracias, Rosas