"...Y allí arriba, en la soledad de la cumbre, entre los enhiestos y duros peñascos, un silencio divino, un silencio recreador..." (Miguel de Unamuno)


viernes, 20 de noviembre de 2015

Un bucólico paseo entre hayas




Setas, hayedo de Tronisco. Montaña Oriental Leonesa



Un estrecho sendero rodeado por un profundo bosque,
es de noche en las montañas.
Las hojas de otoño ya han caído.
No hay lluvia, pero las rocas están cubiertas de musgo.
Volviendo a mi ermita, por un camino que pocos conocen,
con una cesta de setas frescas
y un cántaro de agua pura del pozo del templo

De noche, en las profundas montañas
me siento a meditar.
Los asuntos de los hombres
nunca llegan aquí.
Todo está tranquilo y vacío,
todo el incienso se lo ha llevado
la noche infinita.
Mi vestido es ahora un manto de rocío.
Sin poder dormir, salgo a pasear a los bosques.
De repente, sobre el monte más alto,
aparece la luna llena

Cuando todos los pensamientos
se extinguen
me deslizo en los bosques
y recojo
pan y quesillo.

Como el pequeño río
que sigue su camino
entre piedras con musgo,
yo también, en silencio
me vuelvo claro y transparente

Durante más de setenta años
no he dejado de marearme
al observar a los hombres;
he cesado de intentar entender
lo bueno y lo malo de sus acciones.
Andar siempre especulando
es un signo de debilidad.
Nieve profunda
en la noche profunda.
Bajo la ventana
golpeada por el tiempo,
una barra de incienso
 
Ryokan





Un vídeo ¡precioso!




Una ruta para el otoño. Se trata de adentrarnos en el hayedo de Tronisco, en las inmediaciones de Cofiñal, en la Montaña Oriental Leonesa y, de paso, coronar la modesta peña Fontasquesa, con excelentes panorámicas sobre los valles de Lillo y Valdeburón. 

El itinerario se inicia en la localidad de Cofiñal, donde tomamos la carretera del puerto de las Señales durante unos 800 metros, para coger una pista a la derecha, que nos adentra en el hayedo de Tronisco.

Tras disfrutar de un bucólico bosque de hayas, el camino nos conducirá hasta la collada Fontasquesa.                      




Una ruta bastante apropiada para la primavera y para esta época otoñal.

 Es un bosque de cuento.




7 comentarios:

  1. Ni un verso dedicado a los mosquitos que le acribillan durante el paseo...

    Besos.

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  2. Ya, ahora no hay ... jajaja ... cuando dejes un poema a los mosquitos, lo añado ...
    Y también faltan las setas, ¡pena! En este bosque se encuentran muchas ...

    Un beso, Toro. ¡Feliz fin de semana!

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  3. Hola Rosa, gracias por felicitarme por mi santo.
    Las fotografías son preciosas e ir a buscar setas era una gran diversión cuando era joven, hoy si las encuentro son en el mercado ¡Cómo cambian las cosas con la edad!
    El poema me ha encantado, cuesta entender las acciones de los hombres.
    Te dejo un gran abrazo

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    1. Mi madre, y antes mi abuelo, me enseñaron a distinguir las setas; las que llamaban de "corrín" eran las más fáciles de distinguir, se encuentra mucha variedad, hay que tener cuidado y no confundirlas con venenosas. Me gusta mucho su aroma, las que se compran normalmente no lo tienen.
      Sí, cuesta, tienes razón.

      Un beso grande para ti, querida sor Cecilia.

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  4. Perdona Rosa...llevo dos dias enteros mal por culpa de la vacuna contra la gripe pero esta vez me sentó muy mal ...gracias por tu comentario...llevo casi los dos dias en cama ...leia unos hermosos versos pero me mareo ...gracias bonita ....
    abrazos

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    1. Que te mejores, Marina. Solo me puse una vez la vacuna contra la gripe, y cogí ese año la peor gripe de mi vida. Ya nunca más me la he vuelto a poner.

      Un beso y buena semana, Marina.

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