Cuando charlamos (en prosa),
si uno se fija, es posible
encontrar una invisible
palabra fina y hermosa.
No es tan difícil la rosa.
Pues ahí está, cada día,
con su inocente alegría,
con su cansada pujanza,
con su cínica esperanza
la palabra Todavía.
Jaime García-Máiquez
Romance anónimo
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