Río Torío. Hoces de Vegacervera
Aún te veo, río de mi vida,
con los ojos que miran las montañas.
Yo era una montaña con almendros
montaña solitaria.
Y viniste alegre con tu canto
y me besaste toda con tu agua.
Me dejaste inquietud para la noche
y el alma enamorada.
Aún te veo, río de mi vida,
en la curva lejana,
te vas cantando más entre los chopos,
te vas cantando más que en tu llegada.
Y yo,
paralítica montaña;
inmóvil te recuerdo,
enferma de volcanes, alocada,
espero tu regreso, río loco,
que pasaste besando
mi cuerpo de montaña.
Tuviste que seguir tu destino de río,
y yo el mío triste de tierra amontonada.
Me dice el viento que vas al mar,
te sigo río mío, con los ojos,
ya que no puedo seguirte con las plantas.
Soñé... te quedarías a mi lado,
como un lago sin cisnes,
para siempre,
acunando mi ansia.
¡Qué locura más loca
enamorarse de un río una montaña!
Gloria Fuertes
Jules Massenet: Thaïs: Méditation
¡Precioso! No puedo decir más. Bueno, sí: ¡Gracias!
ResponderEliminarLa verdad es que sobrecoge este violonchelo, y el poema de Gloria Fuertes parece que está hecho para acompañar al vídeo. A mí también me parecen preciosos.
EliminarUn beso de la montaña a la playa.
Hola Rosa, me paseo como es mi costumbre por tus parajes y me detengo donde el agua remansa mis sentimientos, al ver el río de bellas letras de Gloria Fuertes.
ResponderEliminarUn placer estar en tu casa
Con ternura
Sor.Cecilia
¡Qué alegría!, sor Cecilia.
EliminarGracias por su visita y por no olvidarse de nosotros. La recuerdo siempre.
Un beso muy fuerte