La soledad desciende como copos de nieve.
No hay amor suficiente para cantar la tierra.
La soledad es pozo interminable y sin agua;
sólo el páramo suena como un cántaro roto.
El silencio del aire choca contra las rocas;
hoy ni siquiera el agua se escucha entre las piedras.
Algún jilguero clava alfileres en los cardos,
en los cardos agrestes va dejando su pico.
Los terrones padecen sus montañas de olvidos,
por los pardos rastrojos esparcen su tristeza.
Ya no queda siquiera la sangre de amapolas,
se fueron con el trigo después de las guadañas.
Las ovejas se arrastran por las lindes del sueño,
los recentales balan mirando las colinas.
Los sapos en la sombra acunan su papada,
como fuelles resoplan al calor de la tarde.
La soledad planea como un ave infinita,
se amarra, como tienda, al palo de los chopos.
El hombre no es capaz de comprender tantas horas,
el hombre desconoce las puertas de la tarde.
Dios muestra su presencia en la total ausencia,
su palabra es tan solo tartamudez sin fin.
Los grillos y las tórtolas compiten en arrullos,
el tambor de los valles resuena en el silencio.
Por el río las aves pían entre las sombras;
sus nidos, ahora, huérfanos, se alejan del verano.
La noche va bajando lentamente hacia el valle,
solamente los chopos sisean sin cesar.
Los barrancos de sombras se cuelgan de las rocas,
la soledad desciende como copos de nieve.
Los montañeros callan cargados de mochilas,
por Valporquero el sol tiene amores de luna.
El agua se derrumba desde los altos montes,
el agua va buscando la placidez del mar.
Ya sólo canta el agua en el fondo del valle,
todas las cosas duermen en lechos de silencio.
Ángel Barja, Salmos de la meseta, 8
Qué bonito, Rosa. La soledad en la alta montaña debe ser inmensa.
ResponderEliminarVoy de camino al trabajo. Ayer vi que en Villamanín hubo -18° C. No sé si será verdad.
Besos y que disfrutes mucho de estos días
Sí, los montañeros que suben a las altas cumbres hablan de ese silencio divino y recreador, " ... la soledad planea como un ave infinita", dice Ángel, desde la meseta atisbando la montaña, con perspectiva.
EliminarEs cierto, hubo-18º C, no es lo habitual, pero hemos llegado en una ocasión a -25º C ...
Los vecinos del lugar están acostumbrados, tienen sus viviendas muy adaptadas y acondicionadas, con calorcito. Me pregunto cómo lo soportarían hace tiempo cuando las calefacciones no eran habituales ni tan potentes.
Un beso y disfruta tú también mucho. Lo estoy haciendo.
:)
La soledad desciende como copos de nieve, suave y fría, pero a veces muy necesaria para apaciguar el fuego que abrasa dentro del alma.
ResponderEliminarLa soledad y el silencio son los mejores aliados para recuperar la paz, sólo cuando son voluntarios y no impuestos.
Gracias por tus vistas y me alegra saber que has disfrutado de mis letras.
Preciosa la imagen.
Un abrazo.
Ambar
¡Hola, Ámbar!
EliminarYa lo creo que es necesaria, imprescindible.
Estoy completamente de acuerdo con todo lo que dices.
Sí las disfruto, se nota que sabes 'escuchar', que oras y escuchas. Eso es, fundamentalmente, la oración. Aprender a escuchar.
Un beso y un abrazo, querida Ámbar.
La soledad y el silencio, maravillosos. Más en la naturaleza.
ResponderEliminarPero como dice Ámbar, siempre que no sean impuestos, entonces ya no.
-18 grados!!!, me gusta el frío pero tanto sólo es apto para recios leoneses.
Besos, Rosa
Sí, en la naturaleza se perciben mucho más.
EliminarTambién en medio del ruido, creo que es una disposición interior, aunque es más complicado, claro.
Elegidas, sí. También de lo impuesto pueden brotar y han brotado verdaderas maravillas. Y, ahora, por ejemplo, me viene san Juan de la Cruz, su encarcelamiento impuesto, en absoluta soledad y silencio, le inspiró su maravilloso "Cántico Espiritual". No disponía de nada para escribirlo, lo memorizó. La inspiración brota en cualquier ocasión y momento.
Jaja, tampoco me gusta el frío tan extremo, lo que sí prefiero es el clima seco, el frío seco es más fácil de sobrellevar que el húmedo. En la sierra madrileña también sois recios, jaja ...
Un beso, Paloma.
Muchos :)
Esa ventana me da paz y serenidad, es una belleza la foto.
ResponderEliminarLa soledad buscada que nos acerca a nosotros siempre sea bienvenida.
Un abrazo grande.
Desconozco al autor, pero me encanta.
EliminarMe encantan las ventanas.
Así es, Carmela, nos abre y eleva el horizonte.
Un beso y un abrazo grande.
Como copos de nieve que se posan en el corazón.
ResponderEliminarBesos.
Oh, Toro, sí ...
EliminarUn beso, Toro.
Qué hermosura de entrada querida Rosa :))
ResponderEliminarMe encantó el poema, muy rico e intenso así como la imagen, preciosa también.
Un beso y gracias :)
Me alegro mucho de que te guste el poema, Manel.
Eliminar:)
Así era Ángel, intenso y sencillo.
Un beso y muchas gracias a ti, Manel.
Buenas noches, Rosa:
ResponderEliminar… “la soledad desciende como copos de nieve”...
Composición preciosísima. Qué acertado su nombre –Ángel- en una persona tan sensible:
… “Dios muestra su presencia en la total ausencia”
Me pregunto, en Valporquero… ¿Nevará hoy?
Abrazos
Buenas noches, Gelu:
EliminarEs el verso que más me gusta del poema: … “Dios muestra su presencia en la total ausencia.”
Muy sensible, sí.
Puede que nieve en Valporquero, al menos, ese es el pronóstico ...
:)
Besos y abrazos para ti, Gelu.